Escocia cayó eliminada en la fase de grupos de la Euro 2024. Se despidió del certamen de la forma más decepcionante, cruel y ruinosa. La Tartan Army acumuló 2 derrotas (Alemania y Hungría) y 1 empate (Suiza). De esta forma, ya son cuatro Eurocopas sin pasar a la ronda de eliminatorias (1992, 1996, 2020 y 2024).
Las bajas de Nathan Patterson, Aaron Hickey y Lyndon Dykes no ponía las cosas fáciles a un Steve Clarke que posteriormente se encontró con la lesión de Kieran Tierney y la suspensión de Ryan Porteous. Las alineaciones del técnico escocés apenas variaron en los 3 partidos disputados. Un XI más recogido atrás contra Alemania y la presencia de Billy Gilmour contra Suiza y Hungría; siempre con línea de 3 centrales y un mediocampo fuerte conformado por Callum McGregor, Scott McTominay y John McGinn. En la delantera, Ché Adams tan indiscutible como discreto durante los 3 encuentros.
Porque se puede perder de formas muy dignas, pero lo que los escoceses no entienden es la lamentable puesta en escena de un equipo sin ideas, sin alma y completamente alejado de la selección que nos trajo hasta aquí. El partido con Alemania fue un error asumible por la entidad del rival, por un error grosero de Porteous y por pecar de inexperiencia. No obstante, el hecho de celebrar un empate ante Suiza para salir ante Hungría con una inoperancia ofensiva, cuando necesitabas ganar sí o sí, ha supuesto un ridículo mayúsculo. La selección escocesa quedó eliminada en un torneo con muchas facilidades para pasar a octavos como tercero de grupo.
En 270 minutos (más los descuentos), Escocia solo tiró 3 veces a puerta. Ha conseguido dos goles, bien es cierto, pero ambos en propia meta con mucha fortuna. Con unas carencias tan enormes arriba y un Ché Adams completamente negado, es inentendible que Clarke solo le haya dado 20 minutos en total a Lawrence Shankland, ‘Pichichi’ de la liga escocesa y acreditado desatascador de partidos. Tampoco se entiende renunciar a tener la pelota y echar por tierra la idea de juego tan interiorizada por jugadores con calidad como McGinn, McTominay, Armstrong, Gilmour…
Lo cierto es que la gente en Escocia está furiosa con la imagen mostrada en estos 3 partidos. La mayoría pide la cabeza de Clarke sin contemplaciones y se impone un cambio. Es cierto que Steve Clarke ha sido el artífice de un lustro muy exitoso de la Tartan Army, pero su cerrazón con algunos jugadores, el olvido de un estilo que transmitía perfectamente, la dificultad de darle la vuelta a situaciones adversas y la falta de autocrítica ha dejado de convencer.
El hecho de apretar el puño y celebrar un empate ante Suiza para salir con un planteamiento ruinoso ante Hungría y agarrarse en la rueda de prensa posterior a un dudoso penalti, poniendo en cuestión la nacionalidad del árbitro, han sido ya la guinda de un pastel que no se traga nadie.
Veremos qué sucede con el futuro de Clarke y con la selección escocesa. Ahora por delante se presenta la Liga de las Naciones, donde Escocia comparte zona con Portugal, Croacia y Polonia en el Grupo 1 de la Liga A. Además, en el horizonte aparece la clasificación para el Mundial 2026 para el que todavía no sabemos la conformación de los grupos en la fase de clasificación.
Esperemos que la situación mejore por el bien de un país con una de las hinchadas más comprometidas y divertidas del panorama europeo.
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🇩🇪 𝐀𝐥𝐞𝐦𝐚𝐧𝐢𝐚 𝟓-𝟏 𝐄𝐬𝐜𝐨𝐜𝐢𝐚 🏴
🏴 𝐄𝐬𝐜𝐨𝐜𝐢𝐚 𝟏-𝟏 𝐒𝐮𝐢𝐳𝐚🇨🇭
🏴 𝐄𝐬𝐜𝐨𝐜𝐢𝐚 𝟎-𝟏 𝐇𝐮𝐧𝐠𝐫í𝐚 🇭🇺
🧑💻 Juani Guillem
🗓️ (28/06/2024)
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